sábado, 21 de mayo de 2011

¿EN QUÉ CONSISTE LA VOCACIÓN DE ANA MARÍA JANER?

La vocación de Ana María Janer tiene una línea clara de servicio a los necesitados. Esta vocación la realiza  como cristiana comprometida, y que más adelante canaliza en la Vida Religiosa, para una entrega más generosa al servicio del Reino de Dios. 

A sus 19 años, tiene claro que su camino no va por el matrimonio aunque lo valore como algo positivo, su misión de adolescente como voluntaria en el Hospital de Castelltort de Cervera, su ciudad natal, tampoco la satisface del todo.  Se pregunta una y mil veces: ¿qué quieres de mi Señor?.
Buscaba encontrar el lugar dónde ella se sentiría más feliz durante toda su vida, y encuentra la respuesta acertada: "Oh sí dedicaré toda mi vida al servicio de mi Dios..." (amj), para amarlo y servirlo en el prójimo necesitado.

El hecho de dejar sus padres, también pesaba sobre su decisión, pero Dios arregla siempre las cosas para un bien mayor. Fueron sus mismos padres, quienes la acompañaron a la ceremonia de entrada como Hermana de la Caridad en el Hospital de Castelltort, (Cervera, España). También se unieron a esta hermosa celebración sus parientes y vecinos del pueblo que la vieron crecer. 




Posiblemente el corazón de Ana María Janer, lleno de gozo rezaba estas palabras:

                  "Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre"
                                                                                                      (Salmo 83,5)
 
 
Después de un tiempo de prueba, en el cual fue considerada apta para la vida religiosa por sus hermanas de comunidad, Ana María une su vida a Dios mediante 4 votos religiosos: Castidad, Pobreza, Obediencia y Caridad.

Castidad: porque su amor estará dedicado solo a Dios y con una dimensión de universalidad. 
"A todos sin distinción" (amj) 


Pobreza: porque a partir de ahora no tendrá nada como propio, sino que compartirá con sus hermanas sus bienes, talentos y trabajo, por amor a Jesucristo, el ideal de su vida y entrega a los demás.

Obediencia: A los hermanos que tienen la misión de guiar la Iglesia, y a sus hermanas que tienen la misión de guía y acompañamiento en el camino espiritual y humano. 

Caridad: para con todos, especialmente con los pobres y enfermos del hospital, con el que se sienta más necesitado de atención y cuidado.

Ana María Janer comienza su largo camino de peregrina hasta el final de su vida, peregrina de Dios y del prójimo. Su peregrinaje trasciende las fronteras de España y su vida, misión y carisma se conoce también en distintos países del mundo. 
Hoy, ese servicio de amor hacia el prójimo necesitado, viendo en su rostro la misma persona de Jesús, el Verbo encarnado; se sigue realizando a través muchas jóvenes que han decidido responder con un sí generoso al Señor para consagrarse a Él según el estilo de Ana María Janer y continuar esa obra que un día ella comenzó. 
Hoy las hermanas y laicos janerianos están en hospitales, colegios, residencias, guarderías, zonas de misión (países del tercer mundo), atención parroquial, y otros tantos apostolados donde son llamadas a realizar un servicio de Iglesia según la línea janeriana. 




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