sábado, 25 de junio de 2011

UN LLAMADO, UNA RESPUESTA

Cuando la Me. Ana María Janer fue llamada por el Obispo José Caixal i Estradé, a hacerse cargo del Santo Hospital de la Seo de Urgel, medita la propuesta y la presenta a sus superiores de la Casa Caridad de Cervera (España), donde ella prestaba sus servicios de atención a los ancianos.

La nueva propuesta contemplaba también ocuparse de la atención de los niños en la enseñanza cristiana. 
Antes de tomar una decisión, se va a la Seo de Urgel a lomo de mula para conocer el lugar y poder dar una respuesta definitiva al Sr. Obispo
La Me. Janer, ya tenía sus planes, y Dios decide cambiarlos para continuar su obra en el mundo.


El camino por las montañas no era nada fácil en aquella época, ni menos para una mujer. Pero lo que la mueve es el amor a Dios, y el servicio de caridad que puede realizar en la persona de los necesitados. No huye del sacrificio, y de buena mañana se pone en camino desde Cervera hacia La Seo de Urgel.
Una vez que se encuentra con el Obispo Don José Caixal, recorre el Santo Hospital y ve que realmente éste necesita una nueva organización y que hay mucho trabajo por realizar. Ella siempre dispuesta a colaborar con la Iglesia, antes de dar su "Sí", ha de consultar con sus hermanas de comunidad y con el Señor en la oración para dar una respuesta final.

Es que las cosas de Dios requieren un serio proceso de reflexión y discernimiento, para luego poder optar por aquello que más nos ayude a nuestra santificación y por el mayor bien que podamos realizar a los demás. 

Nos es fácil comprender que la Me. Janer, vuelve a Cervera con un corazón lleno de gozo, mientras medita en su interior: "si venimos es por razones de caridad, no de intereses", todo por amor a Dios.
La Me. Ana María Janer en su encuentro con el Obispo José Caixal en la Seo de Urgel (1858)

El 29 de Junio (fiesta de San Pedro y San Pablo) de 1859  la Me. Ana María Janer, regresa a la Seo de Urgel a dar su respuesta definitiva, a quedarse y a hacerse cargo del Santo Hospital. 
Ese día tan significativo para el pueblo de Dios, comienza una nueva obra apostólica en la Iglesia, la Fundación del "Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel".
Son tres las primeras personas que inician esta obra: Ana María Janer como superiora y formadora,  y dos jóvenes postulantes. Fueron las pequeñas semillas que dieron fruto abundante hasta nuestros días.

"Como Instituto religioso apostólico su finalidad es seguir más de cerca a Jesucristo, para alcanzar la perfección de la caridad en el servicio de Reino de Dios".(const.nº2) 
Las jóvenes que han optado por seguir a Jesús según el carisma y estilo janeriano, se consagran a Dios comprometiéndose con votos públicos, vividos en comunidad, teniendo todo en común con sus hermanas. Y dedican toda su vida a la misión que el Instituto realiza en los diferentes países del mundo. Las hermanas permanecen disponibles para cualquier apostolado compatible con su carisma.

¡¡FELIZ ANIVERSARIO A TODA LA FAMILIA JANERIANA!!
29 DE JUNIO DE 1859   -  29 DE JUNIO DE 2011

viernes, 17 de junio de 2011

UN CARISMA QUE SE COMPARTE

En la Iglesia tenemos muchas vidas ejemplares, que nos demuestran que la vida cristiana es posible y real en el día de cada día. Solo se nos pide estar atentos a la voluntad de Dios ¿qué quiere Dios de mí hoy?, para ello hemos de escuchar su voz a través de nuestras oraciones y momentos de reflexión sobre nuestra existencia. ¿para qué estoy en este mundo? ¿por qué existo?
A veces queremos imponerle a Dios nuestros propios planes y proyectos pero que no son agradables a él. ¿Es que Nuestro Señor nos manipula?, en absoluto, el ha querido siempre lo mejor para nosotros desde la creación del mundo, somos nosotros los que intentamos de mil maneras que el mundo gire al revés.
La venerable sierva de Dios, Ana María Janer, sabía muy bien que los caminos de Dios no son nuestros caminos, generalmente egoístas y con actuaciones en solitario. Ella entiende que Nuestro Señor tiene un proyecto de amor para cada uno de nosotros y que nuestra felicidad está en saber aceptar con fe y esperanza lo que él nos tiene preparado.

"Dios tiene muchos caminos para hacer santos" AMJ. Con esta frase, la Madre Janer, intentaba dejarnos claro que todo lo que realizamos por amor a Dios, tiene resplendor de bondad y misericordia, porque los carismas que regala a la Iglesia son múltiples y todos colaboran al bien de los hermanos y para la edificación de nuestra Iglesia.
El carisma con que Dios bendice a Ana María Janer es un don "para el servicio de los hermanos necesitados, viendo en ellos la persona de Jesucristo", fundamentado en la frase evangélica: "todo lo que hicisteis por uno de éstos mis hermanos más pequeños conmigo lo hicisteis".
Este carisma que se comparte con todos los hijos de Dios, es para el bien de toda la Iglesia y para que podamos hacer el bien en nuestra vida diaria cuando nos encontramos con rostros que en su dolor, sufrimiento, soledad o enfermedad, nos reflejan el mismo rostro de Cristo, desde lo más simple a lo más complejo: una sonrisa, un saludo, una pregunta de cómo se encuentra, un momento de compañía, etc... Nadie es tan pobre que no pueda dar nada de sí mismo, ni nadie es tan rico que no necesite nada de los otros.

Todos tenemos dones diferentes, para el bien de los demás, si este lo ponemos al servicio de nuestra querida Iglesia, podemos seguir haciendo realidad el único mandamiento de Jesús: "amaos los unos a los otros como Yo os he amado"

miércoles, 8 de junio de 2011

SI TUVIERAS FE COMO UN GRANITO DE MOSTAZA


En el Evangelio de San Mateo 13, 31-35 encontramos el pasaje del grano de mostaza, en que Jesús nos dice que el cielo se parece a un granito de mostaza, la semilla más pequeña de la tierra, pero cuando crece se hace el árbol más grande, y que las aves vienen a cobijarse en sus ramas. Jesús nos habla en parábolas para que podamos aproximarnos al misterio que nos tiene reservado, de igual modo nos resulta difícil entender su lenguaje.





 La me. Ana María Janer vive el don de la fe cristiana alimentada en su oración y en la caridad hacia sus hermanas de comunidad y a sus hermanos, los necesitados. La fidelidad a la voluntad de Dios y a la confianza en sus promesas, la van transformando desde dentro, y su vida cada vez se asemeja más a los sentimientos de Cristo. Su fe en Dios, pasa por la prueba y el desconcierto de tantas situaciones que tuvo que pasar, no solo ella sino toda la sociedad de su época. Por nombrar algunas de estas situaciones, la expulsión de los religiosos y sacerdotes de las Iglesias y conventos. La destrucción de las cosas sagradas por los opositores de la religión. La desconfianza de algunas hermanas hacia su persona, etc... Ella no se acobarda ni se enfada con Dios, sino que confia y mucho
Su fe que comienza como un granito de mostaza, se hace frondosa y puede cobijar a todos los que a ella se acercan en busca de consejo y misericordia, su ayuda y caridad.

Nosotros como seguidores janerianos, dediquemos un momento a tomarle el pulso a nuestra fe. Y repitamos el Credo con verdadera devoción para renovarnos interiormente y para que nos mantengamos firmes en la fe, renovados en la esperanza y fuertes en el amor.