domingo, 8 de abril de 2012

PASCUA DE RESURRECCIÓN 2012

Comenzando por el primer día de la semana, muy de mañana, nos cuenta el evangelista Juan, que va al sepulcro, María Magdalena, una pecadora convertida, y en ella, vamos todos los cristianos a ver qué ha pasado con Jesús, al cual el día anterior, habían puesto en un sepulcro. Y sucede el milagro de la Resurrección, Jesús se presenta con las heridas en las manos y con un cuerpo transformado. A ella, es decir a tí, se manifiesta; no a los sabios, ni a los políticos de entonces ni a los jefes de las sinagogas. Y sucede la "experiencia de Dios", el encuentro con el Hijo Resucitado.
Cuando hay una búsqueda sincera de Jesús, Él se manifiesta en tu corazón.




A partir de ese momento, la vida de María Magdalena, se convierte en "testigo de la Resurrección". 
Lo que nosotros hoy creemos por la fe, ella lo ha visto y oído. Pero ella y nosotros somos testigos del Cristo Resucitado, porque en Él, se fundamenta toda nuestra fe. En palabras de San Pablo, "si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe" (1ª Co.15, 14)

¿Y cuáles son los frutos de la resurrección? ¿Qué hemos de anunciar a nuestros hermanos?

  • Comunión: fruto del amor fraterno, Jesús nos dice: "amaos los unos a los otros como YO os he amado".
  • La Paz: el primer mensaje de Jesús resucitado: "Paz a vosotros".
  • La Alegría: que nos viene de sabernos perdonados y amados por Dios.
  • La Esperanza: creemos que también resucitaremos con Cristo y viviremos con Él.
  • El Perdón: que renueva los corazones y los libera del odio y de la envidia.
  • La Fe: sin la cual no podemos creer en la Resurrección, ni podríamos vivir en clave del Evangelio. Sin ella seríamos personas vacías y nuestra vida no tendría ningún sentido.
  • La Valentía: para identificarnos como cristianos en el mundo de hoy y descubrir que Cristo vale la pena, por el cual hemos de arriesgar y seguir. 
Valentía para creer que no estamos solos, que formamos comunidad con todos los hermanos del mundo entero.
  • Caridad: "Siempre y en todo", por amor a Cristo que se entregó y dio la vida por tí. En un mundo donde reina el egoísmo, la Resurrección de Cristo nos invita a ser más generosos en el servicio a los hermanos necesitados con los cuales el mismo Jesús se identifica.
Son los frutos que se espera especialmente de los "amigos y seguidores de la Madre Janer", porque ella vivió a lo largo de su vida cada uno de estos frutos y los compartió con las personas que trataba a diario. 
Esta peregrina de la caridad, supo ser verdadero "testigo de la Resurrección" de Cristo. 
Y corrió a anunciarlo...



RESUCITÓ, ALELUIA,
ALELUIA, RESUCITÓ