viernes, 27 de mayo de 2011

LOS LAICOS JANERIANOS

La vocación de los laicos janerianos consiste en sentirse llamado por el Señor a colaborar de cerca en la misión de la obra janeriana. Formarse como tal y hacer suyo el carisma que la Madre Ana María Janer recibe de Dios.
Estos, hombres, mujeres, jóvenes y niños que hoy forman parte de esta familia se esfuerzan en el día a día por crecer en su vida cristiana según el estilo de la madre Janer.
No formamos una ONG, sino que somos una gran familia que se dedica a la atención de los pobres, los enfermos, los ancianos y los que son menos útiles a los ojos del mundo. Cuidamos a los preferidos de Dios, a "los pequeños" del Reino de los Cielos.
Como Jesús queremos pasar por la vida haciendo el bien, trasmitiendo valores cristianos, que nos permitan vivir en paz con la sociedad y todo el universo. Queremos dejar huella, pues seguimos el mismo camino que hizo la madre Ana María Janer, para que otros nos sigan y continúen manteniendo la hoguera del amor encendida.
Decía nuestra estimada Madre: "oh sí, esto haré yo hasta llegar al sacrificio" y así lo vivió. Su vida no escatimó nunca el sacrificio cuando se trataba de realizar un acto de caridad por amor a Dios, el verdadero centro de su vida, su mayor tesoro, por el cual supo dejar todas las ataduras del mundo, para dedicar su vida al servicio del prójimo necesitado.


Hoy los laicos y las hermanas de la Sagrada Familia de Urgel, llevan adelante la obra, esperamos contar con muchas personas que se impliquen en "tratar bien a todos, sin distinción" y juntos hagamos una cadena de amor, más fuerte que el odio y la violencia. Juntos podemos, solos no damos abasto. Nuestro estilo es trabajar en equipo, en grupo, en comunidad fraterna atendiendo a los necesitados, viendo en cada uno de ellos el mismo rostro de Cristo sufriente, el Verbo que se encarna en nuestra naturaleza humana.

sábado, 21 de mayo de 2011

¿EN QUÉ CONSISTE LA VOCACIÓN DE ANA MARÍA JANER?

La vocación de Ana María Janer tiene una línea clara de servicio a los necesitados. Esta vocación la realiza  como cristiana comprometida, y que más adelante canaliza en la Vida Religiosa, para una entrega más generosa al servicio del Reino de Dios. 

A sus 19 años, tiene claro que su camino no va por el matrimonio aunque lo valore como algo positivo, su misión de adolescente como voluntaria en el Hospital de Castelltort de Cervera, su ciudad natal, tampoco la satisface del todo.  Se pregunta una y mil veces: ¿qué quieres de mi Señor?.
Buscaba encontrar el lugar dónde ella se sentiría más feliz durante toda su vida, y encuentra la respuesta acertada: "Oh sí dedicaré toda mi vida al servicio de mi Dios..." (amj), para amarlo y servirlo en el prójimo necesitado.

El hecho de dejar sus padres, también pesaba sobre su decisión, pero Dios arregla siempre las cosas para un bien mayor. Fueron sus mismos padres, quienes la acompañaron a la ceremonia de entrada como Hermana de la Caridad en el Hospital de Castelltort, (Cervera, España). También se unieron a esta hermosa celebración sus parientes y vecinos del pueblo que la vieron crecer. 




Posiblemente el corazón de Ana María Janer, lleno de gozo rezaba estas palabras:

                  "Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre"
                                                                                                      (Salmo 83,5)
 
 
Después de un tiempo de prueba, en el cual fue considerada apta para la vida religiosa por sus hermanas de comunidad, Ana María une su vida a Dios mediante 4 votos religiosos: Castidad, Pobreza, Obediencia y Caridad.

Castidad: porque su amor estará dedicado solo a Dios y con una dimensión de universalidad. 
"A todos sin distinción" (amj) 


Pobreza: porque a partir de ahora no tendrá nada como propio, sino que compartirá con sus hermanas sus bienes, talentos y trabajo, por amor a Jesucristo, el ideal de su vida y entrega a los demás.

Obediencia: A los hermanos que tienen la misión de guiar la Iglesia, y a sus hermanas que tienen la misión de guía y acompañamiento en el camino espiritual y humano. 

Caridad: para con todos, especialmente con los pobres y enfermos del hospital, con el que se sienta más necesitado de atención y cuidado.

Ana María Janer comienza su largo camino de peregrina hasta el final de su vida, peregrina de Dios y del prójimo. Su peregrinaje trasciende las fronteras de España y su vida, misión y carisma se conoce también en distintos países del mundo. 
Hoy, ese servicio de amor hacia el prójimo necesitado, viendo en su rostro la misma persona de Jesús, el Verbo encarnado; se sigue realizando a través muchas jóvenes que han decidido responder con un sí generoso al Señor para consagrarse a Él según el estilo de Ana María Janer y continuar esa obra que un día ella comenzó. 
Hoy las hermanas y laicos janerianos están en hospitales, colegios, residencias, guarderías, zonas de misión (países del tercer mundo), atención parroquial, y otros tantos apostolados donde son llamadas a realizar un servicio de Iglesia según la línea janeriana. 




viernes, 13 de mayo de 2011

12 DE MAYO DIA DE LA ENFERMERIA

Tendremos un recuerdo especial por nuestra querida Ana María Janer, la cual amó la vocación enfermera desde su juventud, y se dedicó al cuidado del enfermo con un estilo diferente: "Viendo en cada uno de ellos el mismo rostro de su Señor". El Verbo hecho Hombre,  contemplado y servido en el prójimo, era su mayor su pasión.

Ella invita a todas la enfermeras a que sigan atentas en su labor diaria, sin descuidar la técnica ni la profesionalidad, a que sean expertas en humanidad, perfeccionándose día a día en el "arte de saber cuidar", de ser muy humanas con un gran respeto a la fragilidad y dignidad de cada persona.

Ana Maria Janer:
  • Gracias! por tu entrega y dedicación a "los pobrecitos enfermos, los desvalidos, los ancianos y los niños".
  • Gracias! por cuidar de ellos "como una madre cariñosa".
  • Gracias! porque estuviste siempre disponible allí donde podías aportar tu granito de arena en el cuidado de las personas, "todo por amor".
   ¡¡¡Felíz día Ana María Janer!!!

miércoles, 11 de mayo de 2011

NUEVO BEATO: JUAN PABLO II, EL GRANDE

Es para toda la Iglesia un motivo de alegría y renovación interior,  poder ver a nuestro hermano Juan Pablo II ya en los altares.

"JÓVENES, NO TENGÁIS MIEDO, ABRID LAS PUERTAS A CRISTO" (JPII)

Fue el primer mensaje de esperanza que dio a la Iglesia entera, porque confió y creyó en las palabras de su Señor y Maestro pudo vivir la caridad y el amor al hermano hasta el final de su vida.

Que su ejemplo nos motive a todos los cristianos y especialmente a los janerianos, a perdonar y a amar por encima de todo prejuicio y egoísmo.

domingo, 1 de mayo de 2011

Solo el Amor la mueve a actuar


Ana María Janer dedica toda su vida a atender a las personas marginadas de su tiempo: los pobres enfermos e incurables, los apestados, los heridos de guerra, los niños huérfanos, los ancianos solos.
El amor a Dios y al prójimo es el que mueve a esta mujer a actuar, a salir de sí misma para atender la necesidad concreta del otro.

Ella, la madre, nunca se desentiende, de las necesidades ajenas, es fiel a su proyecto de vida "cuidaré de ellos, como una madre cariñosa".

Tiene sus valores firmes desde la perspectiva cristiana, es decidida y serena en el actuar, y los vive con fidelidad porque a través de ellos ve la voluntad de Dios, "siempre y en todo".