miércoles, 8 de junio de 2011

SI TUVIERAS FE COMO UN GRANITO DE MOSTAZA


En el Evangelio de San Mateo 13, 31-35 encontramos el pasaje del grano de mostaza, en que Jesús nos dice que el cielo se parece a un granito de mostaza, la semilla más pequeña de la tierra, pero cuando crece se hace el árbol más grande, y que las aves vienen a cobijarse en sus ramas. Jesús nos habla en parábolas para que podamos aproximarnos al misterio que nos tiene reservado, de igual modo nos resulta difícil entender su lenguaje.





 La me. Ana María Janer vive el don de la fe cristiana alimentada en su oración y en la caridad hacia sus hermanas de comunidad y a sus hermanos, los necesitados. La fidelidad a la voluntad de Dios y a la confianza en sus promesas, la van transformando desde dentro, y su vida cada vez se asemeja más a los sentimientos de Cristo. Su fe en Dios, pasa por la prueba y el desconcierto de tantas situaciones que tuvo que pasar, no solo ella sino toda la sociedad de su época. Por nombrar algunas de estas situaciones, la expulsión de los religiosos y sacerdotes de las Iglesias y conventos. La destrucción de las cosas sagradas por los opositores de la religión. La desconfianza de algunas hermanas hacia su persona, etc... Ella no se acobarda ni se enfada con Dios, sino que confia y mucho
Su fe que comienza como un granito de mostaza, se hace frondosa y puede cobijar a todos los que a ella se acercan en busca de consejo y misericordia, su ayuda y caridad.

Nosotros como seguidores janerianos, dediquemos un momento a tomarle el pulso a nuestra fe. Y repitamos el Credo con verdadera devoción para renovarnos interiormente y para que nos mantengamos firmes en la fe, renovados en la esperanza y fuertes en el amor. 

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