jueves, 1 de diciembre de 2011

ADVIENTO, UN ESPACIO PARA LO SAGRADO

Diciembre un mes cargado de simbolismo y de espectación. El tiempo de Adviento  nos invita a prepararnos para la venida de Jesús. Detenerse y mirar es una característica propia de este tiempo. 
Nos propone hacer un paréntesis, tomarnos una pausa en la loca rutina de cada día para descubrir hacia dónde estamos dirigiendo nuestros pasos, ¿qué mueve mi existencia?. Se trata de abrir un espacio en nuestra vida para lo Sagrado, para contemplar el Misterio de la Encarnación y las consecuencias que tiene en la vida de cada uno.

Uno de los rasgos distintivos en la caridad de la Beata Ana María Janer está centrado en el amor personal y real al Verbo Encarnado, a Jesús, Dios hecho Hombre, que lo concreta en un amor eficiente y eficaz hacia el necesitado, sin hacer ruido y con la sonrisa permanente en los labios. Sabía sumar, su amor a Dios + el amor a los hermanos, era el secreto de su felicidad interior. Había creado un espacio Sagrado dentro de su corazón, que le hacía vivir con una serenidad inquebrantable. La madre Janer era callada, atenta, delicada, fiel, paciente, miraba a todos y todas los acontecimientos, desde la perspectiva de la misericordia de Dios.

¿Te atreves a usar esa mirada misericordiosa que practicaba la Me. Janer, durante este mes de diciembre?

Ana María Janer, adolescente









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