El 1 de febrero, hemos estado más cerca de nuestros mayores, ayudándoles a vivir y celebrar la fe en la Virgen de la Candela. Muchos voluntarios se acercaron a llevar sillas de ruedas a la Parroquia de San Juan Bautista de Valls, donde era el punto de encuentro.
Se reunieron 230 ancianos, pese al frío que nos acompañó durante todo el día. No era lo más importante, sino el sentirse acompañados en una fiesta tan grande y significativa para ellos.
Una de las misiones de las religiosas de la Sagrada Familia de Urgel, es la atención a los ancianos en residencias.
Es un gozo inmenso poder participar de esta hermosa labor humanitaria. Te invitamos a acercarte a los ancianos, a dedicarles un poco de tu tiempo, tu cariño, tu sonrisa. Son tantos los que se han quedado o los han dejado en las residencias, sin acordarse de ellos. Todos llegaremos a esta edad, no es una enfermedad ser anciano, sino es una etapa de la vida de la cual nadie está excento.
Nuestra peregrina de la caridad, la Beata Ana María Janer, comienza su labor apostólica, justamente con este grupo humano, los ancianos abandonados. Y a ellos dedica largos años de su vida.
Imitemos este ejemplo tan digno de la Me. Janer y de tantos Santos que se dedicaron a este noble servicio de caridad y no permitas que a tu alrededor un anciano, sufra necesidad, falta de atención, cariño o respeto.
Reflexionemos juntos la canción de Laura Pausini: "En los jardines donde nadie va"
Beata Ana María Janer: enséñanos a cuidar de nuestros mayores.
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